domingo, 20 de enero de 2013

Hommage à Marcel Proust



Posiblemente quienes conocen Proust.Notas  crean que poseo una nutrida biblioteca sobre mi autor de referencia. No es así. Mi interés por los textos de Proust es personal, me intereso más en perfeccionar su conocimiento que en valoraciones que ejerzan condicionamientos previos. Fuera de esta bibliografía, en aparataje crítico, sólo lo fundamental de los fundamentales. Selecciono mucho y descarto agotarme en  el corpus, de verdad casi infinito, de sus comentaristas para entrar en bucles del tipo "comentar lo comentado por Walter Benjamin".  Tampoco tengo madera de coleccionista ni de bibliómana. Cosa distinta es que me guste ejercitar un poco de fetichismo en búsquedas muy personales y sin prisa o dejarme sorprender por hallazgos casuales en fuentes no necesariamente canónicas.

La prensa es una de ellas, sobre todo en autoridades de máxima  confianza ¿Qué no deberé yo a los artículos de Pierre Assouline o Víctor Gómez Pin?

Alertas  para francés y español me informan de cualquier aparición de la etiqueta Proust en el mundo digital, me mantienen al día en publicaciones y actividades sobre el tema y me proporcionan enlaces de interés. En contenidos me dan menos rendimiento: pocos resultados se relacionan con lo que me interesa; la mayoría son verdaderas locuras de opinión y valoración, vertidas con mucho aplomo y pocos conocimientos en blogs, o incluso en medios que debieran ser más responsables. Algunas son francamente divertidas y merecerían coleccionarse en una antología del disparate.

A veces me regalan algún libro sólo porque aparece en el título el nombre de “mi” autor. Los leo. Es raro que no encuentre  en ellos un dato desconocido u opiniones  bizarras que me llevan a cuestiones colaterales.

Casi todo lo que tengo en esta periferia responde a una cadena de sorpresas o deseos al fin satisfechos o indefinidamente demorados. ¿Llegaré alguna vez a ver (su posesión imposible no es objeto de deseo) uno de los ejemplares de la edición "de luxe" de  À l´ombre… con su cubierta blanca, de la que en 1920 se editaron, ¡a 300 francos!, 50 ejemplares de los cuales se conservan 11? Harto improbable, pero me encantaría. Es decir, a veces se abre en mi subconsciente  una interrogación que quiere ser cerrada: un deseo

 Como ejemplo, la historia de mi ejemplar del Hommage à Marcel Proust.La Nouvelle Revue Française.París 1923.

En 2001, visitando un establecimiento de libro antiguo en el corazón del Midtown neyorquino un amigo sabio conversaba de cosas de bibliófilo con una persona de la librería. Me tradujo -es terrible: no hablo inglés- que por ese establecimiento había pasado un original del Hommage à Marcel Proust, libro del que entonces yo no tenía noticia, pero que quedó en mi memoria asociado a una  curiosidad por el objeto mismo.

Como todo el mundo, de vez en cuando, ojeo sin propósito definido bouquinistes y ofertas  de segunda mano y el pasado septiembre  encontré la de  un particular francés que vendía: Hommage à Marcel Proust. Facsimil  photomecanique de l´édition 1923. Broché. Très bon état.

Las excitaciones personales de quien esto escribe importan un bledo a cualquier lector, naturalmente, pero esta fue intensa. Y como este blog es casi autista, o eso me reprocha un visitante ocasional decepcionado por la falta de mecanismos de coment, enlaces y lista de páginas amigas, pocos me criticarán la confianza, así que me permito evocar la impaciencia, la expectación y el placer que debo a esta adquisición.

El día que me llegó el envío, de camino a la oficina de Correos donde debía recogerlo, recuerdo haber pretextado una cita urgente para no detenerme con una persona conocida. Una terracita al lado mismo de la oficina, un café, un delicioso solecito en la espalda y el envoltorio deshecho…

Sí, Très bon état!  Nuevo. Si acaso una ligera pátina. Una reproducción preciosa. Conserva, incluso, la etiqueta de librería con el precio en francos y lleva la nota de edición: Il a été tiré 30 exemplaires sur papier du Japon, dont 3 hors-commerce, numerotés de I à III, et 27 numerotés de IV à XXX, 330 exemplaires sur papier pur fil Lafuma, dont 10 hors- comerce, marqués de A à J et 320, numerotés de I à320. Esta tirada más popular es  la que reproduce mi ejemplar. No tiene número, pero sí papel de hilo.

Examiné el resto de los detalles bibliográficos, el índice de artículos, el elenco de contribuyentes franceses  e internacionales -Ortega entre ellos-  y me entregué a una lectura oblicua de los contenidos. Debí estar allí unas dos horas de reloj y varios cafés, (menos de los que hubiera tomado Proust). Pero el caso es que cuando después leí el libro con la necesaria calma, me sorprendió mucho la precisión alcanzada por aquella lectura ansiosa. ¡Qué cosa el tiempo y la hiperestesia emocional!

He vuelto a caer en lo personal: me había puesto al teclado para escribir una reseña de este libro, pero he descarrilado. Quede para una próxima ocasión.

Sevilla, enero 2013